VIOLENCIA DE GÉNERO



           25 -N         ¿Cómo celebrar éste ...... día?  

Y cómo "celebrar"…? más bien es recordar, significar este tremendo problema social que no comprendemos y en el que nos sumamos  a una enérgica protesta colectiva frente a una agresión que en muchos de los casos termina con el bien mas preciado que poseemos.
Desde nuestro ámbito de trabajo , donde intervenimos directamente y  aun sin pretenderlo en el devenir de pensamientos, actitudes, hábitos etc , todos elementos  del proceso de socialización a través del cual  se gesta  la personalidad  del ser humano en la interacción con las/los otras/os; Y no creo que debamos despreciar la potencialidad que el mismo comporta para con nosotras/os:
      ¿cómo arrojar luz y despertar una conciencia que favorezca una reacción en cadena frente al maltrato  que tantas mujeres siguen sufriendo en el mundo, y en el que la sóla condición de ser mujer sirve de cheque en blanco a tal posibilidad?...Y en el que el título que lo legitima en la esfera privada está infectado de un falso concepto de amor
     ¿no parece que nos hemos inmunizado y lo hemos integrado como algo..que siempre ha pasado, como algo  ”normal”?
Como en cualquier celebración valoremos, opinemos y si toca... bailemos rompiendo el silencio que ignora.

                            

Hay algunas propuestas como partir de narraciones varias del alumnado intentando ponerse en lugar de la víctima, de los familiares e incluso del agresor atravesando la barrera de lo injustificable para entender qué reglas subyacen en su conducta. Esta experiencia ya se hizo el año pasado y resultó muy interesante.
Junto a esto se han sumado otras como intervenciones escenificadas mediante personajes o carteles representando una realidad  determinada a modo de historia o cuento o chiste, obviamente que invite a la reflexión frente a la desigualdad, eje sobre el que se vertebra la violencia. Las formas de expresión pueden ser variadas incluyendo video, fotografía proyectada en el cañon...y cualesquiera que en vuestra imaginación -formación quepan.
La idea sería contarlo o representarlo al resto en el Salón de Actos.
Habrá más cosas ese día pero esta os la adelanto para que lo penséis con tiempo haciéndolo llegar al alumnado.






el mito de las denuncias falsas
Sexo – género

Las diferencias biológicas entre hombres y mujeres solamente consisten en la función orgánica del aparato reproductivo. A esas diferencias les llamamos sexo. Pero a las diferencias culturales sobre las funciones sociales entre hombres y mujeres es lo que se puede catalogar como género. Tenemos el hipotálamo y el bulbo raquídeo repletos de datos adquiridos a lo largo de nuestras vidas sobre lo que deben ser hombres y mujeres, datos por cierto, completamente erróneos.
La violencia de género empieza en el adiestramiento pedagógico que todos sufrimos durante la infancia. Todo nuestro entorno social va instruyéndonos sobre las prácticas propias de niños y niñas. Para empezar, a los niños nos enseñan a apropiarnos de nuestros genitales al grado que terminamos poniéndole nombre a nuestro miembro, mientras que a las niñas les dicen que ellas no tienen lo que los niños tienen, como insinuando que están carentes de genitales.

Buena idea, mala idea...
Después viene todo un cúmulo de reglas totalmente arbitrarias respecto a la vestimenta, vestidos y faldas para las niñas y pantalones y camisas para los niños. Azul y rosa para cada uno. Frases que fundamentan la homofobia como "no seas mariquita", "los niños no lloran", entre tantas otras que obligan a los niños a reprimir sus emociones mientras que a las niñas las coloca en una permanente posición de delicadeza y victimización.
No sólo eso, también nos enseñan que los lugares son distintos para cada sexo. Baños separados, la cocina es para las mujeres y el taller para los hombres. La división de las tareas domésticas empapa la mente humana de roles totalmente arbitrarios. Convierte a los hombres en inútiles domésticos y a las mujeres en esclavas de la limpieza.

Cuando el daño ya está hecho
Para el momento en que hemos alcanzado la pubertad y empezamos a descubrir nuestra sexualidad, ya no hay manera de detenerse. Aprendemos que los hombres deben acosar a las mujeres para satisfacer sus deseos e instintos, y que las mujeres deben sentirse honradas de ser consideradas simples objetos de deseo: carne cruda y nada más.
Si un hombre corteja a una mujer y es rechazado, de inmediato se desata en el hombre un profundo resentimiento hacia las mujeres, pues ha aprendido durante toda su vida que las mujeres deben sentirse halagadas y honradas ante cualquier piropo o comentario misógino que se les haya dedicado.

Ideas erróneas sobre hombres y mujeres
Lo único que le queda a la mente adulta es vivir conforme a las reglas con las cuales se le ha adiestrado durante toda su vida. Ya hay en su mente una lista sobre lo que deben ser los hombres y otra muy similar sobre lo que deben ser las mujeres.
No se da cuenta que ambas listas están llenas de simples adjetivos calificativos, y que tanto hombres como mujeres tienen la capacidad de ser iguales. Eso es el género: una serie de ideas erróneas sobre lo que deben ser hombres y mujeres.
Si un hombre corteja a una mujer y es rechazado, de inmediato se desata en el hombre un profundo resentimiento hacia las mujeres, pues ha aprendido durante toda su vida que las mujeres deben sentirse halagadas y honradas ante cualquier piropo o comentario misógino que se les haya dedicado.
Nos diferenciamos porque cada sociedad, cada cultura ha dado una valoración y un significado distinto a estas diferencias de sexo y ha elaborado ideas, concepciones y prácticas del SER HOMBRE Y SER MUJER.
Habrá que diagnosticar cual es el hilo conductor en todas ellas para encontrar soluciones




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